Más de 50 empleados de Diospi Suyana reciben una medalla al valor
Una lluviosa mañana de sábado. Esta humedad y este frío dan ganas de quedarse en la cama. Sin embargo, más de 50 voluntarios se reunieron a primera hora de la mañana para una misión médica en la aldea. Dos horas de viaje en coche a través de 1.000 curvas sobre las montañas y llegada al pueblo quechua de Huarocondo a las 9 de la mañana. La sala del pueblo estaba dividida en varias salas de consulta. El equipo de Diospi Suyana consiguió atender a 300 pacientes de todas las edades en las seis horas siguientes.
El espectro médico era impresionante. Incluía medicina general, pediatría, traumatología, oftalmología, odontología, urología y fisioterapia. Una farmacia móvil y un servicio de ecografía completan la oferta.
Hubo un colorido programa para los niños. El pastor Marcos celebró dos devocionales y la tienda de ropa donó prendas de abrigo a los necesitados.
Nuestros empleados -misioneros y colegas peruanos por igual- invirtieron un día entero del fin de semana. Su pago fue de cero euros. ¿Por qué lo haces? Encontramos la respuesta en la fe en Jesucristo. Dijo hace 2000 años: «¡Lo que hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis!». (Fotos de Marielene Lächele, Lecorio Meza et al.)















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