Era un festival gigantesco
El 3er Festival de la Juventud «Vida en los Andes» terminó a las 23.30 horas. Nadie que haya estado allí olvidará jamás estos cinco días. Cada cinco minutos oíamos «Gracias, gracias, gracias por el festival». Nos hemos dado cuenta de que el anfiteatro se ha quedado pequeño. Hay que ampliarlo de alguna manera.
Ahora todo el mundo está de camino a casa. Muchos están recorriendo más de 2000 kilómetros hasta sus ciudades de origen. Estamos profundamente agradecidos por esta experiencia excepcional. Ahora todos los voluntarios deberían irse a la cama para dormir bien las 24 horas. Pronto necesitaremos nuevas fuerzas, porque seguro que llega el próximo festival. /KDJ










