Depende de hacia donde dirijamos la mirada
En la última década el “Halo” ha sido visto por cuarta vez sobre Curahuasi. Este fenómeno natural de cristales de hielo que se rompen a 10 km de altitud de la luz, nos sorprende por su belleza y misterio. Daniel Dressler estuvo tan deslumbrado por la presencia del “Halo” que se animó a tomar esta hermosa imagen con su cámara. Sólo un observador cuidadoso podía percibir semejante espectáculo. Para ello, sólo era necesario dirigir la mirada hacia arriba.
En sentido figurado, este fenómeno ocurre todo el tiempo. Si nuestro campo de visión, se limita sólo a ver un punto o no más lejos que nuestros dedos de los pies, muchos acontecimientos que tuvieron lugar entre el Cielo y la tierra se nos escaparían. Dios actúa a veces de manera espectacular. Pero hay que tener en cuenta la dimensión de los cielos. Lo horizontal no siempre encierra la única verdad. A medida que nos dirijamos a Dios a través de la oración, nuestros ojos siempre deberían levantarse. Es realmente así como veríamos más. / KDJ