Cinco razones que esperamos nunca lleguen a buen puerto con Diospi Suyana
La carta DIN A5 llamó la atención de inmediato, ya que había sido enviada a Inglaterra unos días antes por uno de los subordinados de la Reina. El remitente: Madeleine Channer. En un folleto adjunto, la enfermera escribe sobre su variada vida, su cáncer poco antes de la pandemia y su fe en Dios. También menciona su trabajo en la “Clínica Urcos”, el legendario hospital misional del sur del Perú que tuvo que cerrar sus puertas hace mucho tiempo.
1. Como recuerda Mandeleine Channer, las autoridades del hospital inglés no pudieron encontrar un número suficiente de trabajadores misioneros. Sin misioneros que pongan su corazón y alma en ello, los días de un hospital misionero están contados. La pérdida financiera y la tediosa transición a otra cultura disuaden a los posibles candidatos. Y en algún momento el último apaga la luz y cierra la puerta en silencio detrás de ellos.
2. La razón principal por la que las organizaciones misioneras en África, Asia y América Latina se están quedando sin aliento radica en otra parte: la falta de financiación . Sin suficiente dinero en las arcas, toda la planificación presupuestaria se convierte en un desperdicio y cuando se llega al final del camino, la instalación se cierra. Tan sencillo como eso. Casi siempre son los salarios de los empleados locales los que marcan la diferencia. Existe un conflicto de intereses natural entre las necesidades de los pacientes pobres y las expectativas salariales de los empleados. Las ruinas de cientos de clínicas misioneras en el llamado tercer mundo recuerdan su otrora orgulloso pasado. Pero una falta crónica de dinero había significado el final para ella a pesar de sus gloriosos méritos.
3. Los hospitales misioneros son populares entre el público en general, pero son ajenos al mercado médico comercial. Las clínicas privadas y los médicos privados ven una competencia no deseada en el funcionamiento de estas instituciones caritativas. Esto a menudo conduce a que la profesión médica local influya en las asociaciones médicas nacionales con el objetivo de poner el tornillo de mano en los hospitales de la misión. Los requisitos legales para los médicos y enfermeros misioneros están aumentando a tal punto que incluso los más bien intencionados se dan por vencidos en algún momento. Mientras tanto, los médicos de las misiones extranjeras que quieran ayudar en el Hospital Diospi Suyana deben aprobar un examen de Estado. Un verdadero escollo que disuade.
4. En África en particular , los gobiernos corruptos han nacionalizado innumerables hospitales misioneros prósperos . En un sistema médico insuficiente, “Hospitales de Fe” prueban que también es posible sin corrupción y dejadez. Las misiones médicas, entonces, son una acusación tácita de un estado indiferente y venal.
5. Desafortunadamente, no hay garantía de que el entusiasmo de los fundadores del hospital se extienda a las próximas generaciones. Cuando el amor por los pobres se desvanece y la fe en Dios se enfría, el final está marcado . ¿Por qué esforzarse al máximo y recolectar fondos, personal y equipo cuando el esfuerzo es demasiado difícil y el precio demasiado alto?
Bajo el sol todo tiene su tiempo y su hora. En Diospi Suyana oramos para que la pasión de sus actores y su anhelo por la obra de Dios no disminuya en los próximos 20 años. La bendición de Dios es la energía que puede dar alas incluso a los más cansados. /KDJ
