Estás motivado hasta la punta de los dedos
Rahel Böttcher, Ellen Drechsel, Marlen Breuer y Levi Schöneich (de izquierda a derecha) han cruzado el río Apurímac y ahora viven en Curahuasi durante un año. El Servicio Internacional de Voluntariado Juvenil lo está haciendo posible y el gobierno alemán subvenciona su viaje al extranjero. Aprovechamos la ocasión para dar las gracias al Canciller Federal.
Ahora es el momento de dormir bien y arremangarse por la mañana temprano. La primera semana les servirá para familiarizarse con sus ámbitos de trabajo. El viernes, Interpol someterá a los recién llegados a un control exhaustivo. Sin embargo, a juzgar por sus currículos, este control no debería suponer ningún problema. Así que, si los cuatro hacen un trabajo valioso, simplemente les prorrogaremos su asignación otro año, quizá incluso dos o tres. Al fin y al cabo, no nos gusta dejar marchar a gente capaz.
Rahel Böttcher viene de Berlín, Ellen Sophie Drechsel de Herbrechtingen, Marlen Breuer de Mötzingen y Levi Schoeneich de Lübeck. Dos de ellos ayudarán en el hospital y dos en la escuela. Esperamos que nuestros amigos de los Andes adquieran experiencias que duren toda la vida, y sólo buenas. En cualquier caso, les decimos: «¡Bienvenidos!».