El romance irlandés
Al amanecer, la niebla de la mañana no deja ver los pequeños destellos de los rayos de sol. Una cruz de madera al lado de un altar de piedra. Un simple ramo de flores sobre una manta. Entre 50 y 60 personas reunidas en un círculo. Solemnemente ellos permanecen en silencio para que se lleve a cabo el servicio de Pascua. Para la mayoría, esta es la primera vez que experimentan algo así en sus vidas.
Ellos representan a muchas iglesias de diferentes países del mundo. Temprano por la mañana se fueron a la montaña porque tienen una esperanza en común. “La tumba estaba vacía”, “¡Él ha resucitado!”
El Dr. Rubén Ibarra sostiene el sermón. Las palabras le salen del corazón. Precisamente a causa de este mensaje, el médico de Paraguay se animó a trabajar en el hospital de la misión Diospi Suyana como voluntario.
Un picnic en el campo, para desarrollar conversaciones agradables a 3.000 metros de altitud. Luego, cada persona se va alejando hacia el valle. Hay que trabajar de nuevo el lunes, ya sea en el hospital, en la escuela o en el centro de medios – para poner en práctica lo que han aprendido hoy – cada uno en su propia manera. Cristo es el Salvador del mundo. (Fotos del Dr. David Brady y Christian van Rensen)
