Viernes por la tarde, el fin de semana está por venir. En este momento una ambulancia del centro de salud llega a la entrada del hospital. Una mujer anciana indígena está echado inmóvil en una camilla. El médico que la acompaña da un breve resumen.
El día anterior la señora de los 78 años de edad había estado trabajando en el campo. En las montañas el trabajo con las manos es muy arduo. Hay que tener cuidado a donde se pisa, especialmente de noche. Maria Barazorda* de repente tropezó y perdió el equilibrio. Entonces ella cayó algunos metros abajo. Un dolor fuerte corría por su espalda y la cadera izquierda.
Intentó levantarse, una y otra vez pero no pudo. Todo le dolía. Los últimos rayos del sol caían en los picos de nieve sobre las montañas y poco después envolvió la noche con su oscuridad. Nadie oyó a María pidiendo auxilio y nadie sabía dónde estaba realmente. Las espinas y piedras donde cayó sin duda no es un lugar bueno para una persona mayor. Poco a poco la temperatura bajó. María no tenía un reloj. ¿Qué pensamientos están en la mente de una persona en esta situación? "¿Voy a estar viva mañana por la mañana o en algún momento tal vez a las tres de la madrugada voy a morir de frió?"
La indígena no murió en la noche. Ayer en la madrugada, finalmente fue encontrado por sus familiares. Los exámenes de rayos X no mostraron nuevas fracturas. Con calor, afecto y analgésicos sanará. El cielo estrellado sobre Curahuasi es hermoso. Pero la noche es fría. / KDJ
* Nombre cambiado
