Una mujer quechua del pueblo de Andahuaylas

Y su destino

Ruth es madre de siete hijos. Durante su último embarazo, hace tres años, se produjo una hemorragia masiva tras una cesárea de urgencia. Sus colegas del hospital local tuvieron que extirparle el útero. En el proceso se lesionó el uréter izquierdo. Se formó una fístula entre el uréter y la vagina. Como consecuencia, la mujer tuvo que llevar pañales.

El catéter retirado que se había introducido en el uréter izquierdo para entablillarlo tres años antes

El uréter se reimplantó en un hospital de Lima. La familia pagó 20.000 soles (5.000 euros) por este procedimiento. Como de costumbre, una férula interna con un catéter debía evitar un estrechamiento (estenosis).

Por fin llegó el día en que había que retirar el catéter (ver foto de la izquierda).

Pero Ruth no se sintió bien después. Tenía la sensación de tener un cuerpo extraño en la vejiga. Y sufría constantemente inflamación, dolor y fiebre.

Hace unos días, el médico misionero Dr. Benjamin Zeier se ocupó de este prolongado caso. Durante una cistoscopia, descubrió que no le habían quitado la sonda en Lima. (Extrajo el cuerpo delicado con ayuda de un nuevo cistoscopio donado por el Club de Leones de Mosbach. Conclusión: problema resuelto.

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