Se abre el telón para el Apocalipsis

De la noche a la mañana las profecías bíblicas pueden hacerse realidad

Durante siglos, los eruditos del mundo han reflexionado sobre el significado de las profecías bíblicas. Las oscuras imágenes y los truculentos escenarios se sitúan en el contexto de una nación que es la cuna de las grandes religiones monoteístas del mundo. Judaísmo.

Durante mucho tiempo pareció poco creíble que los anuncios de Jesucristo sobre los últimos días pudieran llegar a cumplirse. Las profecías de Daniel del Antiguo Testamento y el contenido del Apocalipsis muestran etapas de un camino que conduciría al fin de la historia tal como la conocemos. Se habla de un sistema anti-Dios (Anticristo), guerras globales de proporciones sin precedentes y un clímax de fatalidad dentro de las fronteras geográficas de Israel.

Han pasado 2000 años desde que se escribió el Nuevo Testamento y 2500 años desde que se escribieron los libros proféticos. Cuándo y cómo tendrá lugar la lucha de las naciones entre sí y la rebelión contra Dios, nadie lo sabe. Pero una cosa puede decirse con certeza. Todas las misteriosas profecías del Libro de los Libros hace tiempo que se han convertido en posibilidades realistas.

Las catástrofes climáticas y la destrucción de nuestro planeta ya son visibles y mensurables hoy en día. Los arsenales nucleares son suficientes para destruir nuestra tierra varias veces. La logística para la vigilancia total de una nación mediante cámaras en lugares públicos con reconocimiento facial fiable de sus ciudadanos está en consonancia con la tecnología actual (véase China). La localización exacta de las personas mediante sistemas GPS, el control de las transacciones de pago y la falta de salas de escape en la «Aldea Global» han sacado de la biblioteca y llevado al escenario de este mundo las novelas «1984» y «Un mundo feliz». El futuro es ahora.

Como cristianos, somos optimistas porque creemos firmemente que Dios maneja todos los hilos. Tras el caos del Apocalipsis, Dios intervendrá de forma visible. La justicia, el orden y la salvación no serán entonces palabras vacías. Puede que Oriente Próximo estalle en los próximos días. Tal vez Putin esté haciendo lanzar armas nucleares tácticas en Ucrania porque una derrota significaría también el fin de su dictadura. Tal vez China se arriesgue a atacar Taiwán y pronto comiencen las guerras por recursos como el agua, la tierra cultivable y las materias primas.

En Diospi Suyana seguimos adelante. En los diversos campos de trabajo de nuestra misión, queremos ayudar y curar, consolar y animar. No nos cansamos de proclamar que todos los que confían en Jesucristo tienen un ancla en la tormenta. Es bueno recordarlo, en tiempos inciertos como los actuales. /KDJ