Ahora nos concentraremos en el contenedor nº 79.
En teoría, los organismos estatales también tienen que respetar un determinado plazo de tramitación. Pero la Digemid del Ministerio de Sanidad dejó pasar dos semanas más. Una y otra vez nuestro personal llamaba y se quejaba. Pero en los pisos superiores sólo había encogimiento de hombros. “Todos estamos en crisis. Sólo has tenido mala suerte”. Esa fue la respuesta, mutatis mutandis. Hace unos días, cuando un camión articulado transportaba la preciada carga casi 1.000 kilómetros a través de las montañas, se produjeron nuevos retrasos en varios controles de carretera. A los huelguistas no les importaba que cientos de coches y camiones estuvieran permanentemente retenidos a causa de los disturbios políticos. Reacción: encogerse de hombros.
Ayer, el contenedor llegó por fin a su destino y fue descargado inmediatamente. Gracias a todos los ayudantes que sudaron el domingo por la tarde.
Dentro de una semana entrará en el puerto de Lima (Callao) un transatlántico con nuestro contenedor nº 79. En el interior hay 244 grandes carpas para el festival previsto. Así que el lema es: “¡No te enfades, sigue adelante!”. (Fotos: Pit Werner)
