En el quinto intento funcionó
El sol ha desaparecido mucho detrás de las montañas. En la creciente oscuridad se han encendido las luces amarillas de la ciudad de Andahuaylas bajo el cielo negro-gris. La atmósfera actúa sobre el espectador casi como en Navidad. Por encima de las montañas, tres figuras se ponen a orar. Oebele de Haan, Doris Manco y el Dr. Klaus John dan gracias a Dios por una transacción exitosa. Oran en holandés, español y alemán. Por la tarde sienten, después de semanas de esfuerzo, la satisfacción de finalmente haber comprado la tierra para Diospi Suyana. En una zona de 100 metros cuadrados, la torre de una antena se va a construir en unas pocas semanas. En el área de influencia existen 170.000 espectadores u oyentes potenciales. No pasará mucho tiempo antes de que estas personas puedan recibir el programa de Diospi Suyana en sus radios.
Por la tarde, se realiza el retrato del grupo frente al notario. Nunca antes la familia Carreño había vendido alguna tierra de su propiedad en la montaña, sólo las habían alquilado. Sin embargo, tras presenciar una presentación del Dr. John hace algunas pocas semanas y después de haber leído el libro “Dios es visible” o (He visto a Dios) ellos hicieron una gran excepción. El Sr. Carreño de 91 años de edad, ex sacerdote fue cautivado por la historia. “Tenemos que ayudar a este trabajo. ¡Dios está con la gente de Diospi Suyana! “Él había predicado en la familia y en consecuencia firmado el acuerdo de compra. Por la mañana, su esposa había volado desde Lima a poner su nombre también en el título.
Cinco viajes a Andahuaylas correspondieron a 2.500 kilómetros en coche. Al final, valió la pena la inversión.
