Y eso había que salvarlo
Doña Lili tiene 49 años y vive en la provincia de «La Convención», en el estado de Cusco. En 2023 notó un deterioro de la visión en ambos lados. Se trataba de un caso de catarata (opacidad del cristalino). La paciente fue operada del lado izquierdo en otro centro. Desgraciadamente, se produjo una grave infección que no sólo destruyó su visión (lado izquierdo), sino también su confianza en los médicos.
La madre soltera se mantiene a flote con trabajos esporádicos. A veces regula el tráfico en las obras para el ayuntamiento. O limpia las carreteras de montaña tras los corrimientos de tierra. Cuando sólo podía ver su mano delante del ojo, recorrió la larga distancia hasta el Hospital Diospi Suyana. Había oído muchas cosas buenas sobre el «hospital de la fe» de diversas fuentes. Pero, por supuesto, llamó a nuestra puerta con el corazón ansioso. ¿Qué pasaría si en el hospital misionero también se produjera una infección grave? Entonces quedaría ciega de facto después de la operación.
Entretanto, ha superado bien la operación de cataratas de la Dra. Ursula Buck y su visión derecha ha vuelto completamente a la normalidad. Puede seguir viviendo de forma independiente, trabajar con normalidad y cuidar de sus hijos. Damos gracias a Dios por que en la clínica oftalmológica podamos ayudar a pacientes tan desesperados como la Señora Lili. (La paciente consiente expresamente la publicación de su historia).
