Udo Klemenz escribe un informe de construcción, quizás el último
Queridos amigos, hoy escribo una vez más mi último informe de construcción. Nuestro tiempo se acaba el 30 de abril y volamos de vuelta a Alemania. Christian Heuchert volverá de la escuela de idiomas de Cuzco a mediados de mayo y seguirá dirigiendo la obra de la escuela. Lo he preparado todo para que, mientras tanto, nuestro capataz Edgar, que lleva mucho tiempo trabajando aquí, pueda arreglárselas solo.
No hay muchas noticias que comunicar de la propia obra. Seguimos trabajando sólo con 10 personas la mayor parte del tiempo y el progreso es limitado. Todo el equipo estará disponible después del festival.
Las vigas de cimentación se están encofrando por secciones y hormigonando todos los días. Este trabajo concluirá la semana que viene. Entonces se podrá rellenar entre los cimientos y abordar el forjado.
La excavación manual para el paso inferior del ascensor (todavía unos 25 m³ y suelo pedregoso) sólo avanza esporádica y lentamente, ya que todos los trabajadores son necesarios para hormigonar y transportar el hormigón en carretillas.
En Lucmos, en la parte inferior de los campamentos, se han levantado casi todas las tiendas, con sólo algunos huecos en los que aún se está trabajando. Como hay distintos tipos de tiendas, tanto en tamaño como en color, la imagen general es hermosa.
El subcontratista sigue trabajando diligentemente en los tres nuevos portales de entrada hasta altas horas de la noche. Se siguen instalando barandillas en la rampa de entrada y en los balcones del centro de ocio.
Esta mañana, dos camiones han entregado y descargado las pesadas cajas que contienen los accesorios de la jaula de Faraday para el MRT.
La emoción y el ritmo frenético que preceden al inicio del festival aumentan cada hora.
Pero deseo a los lectores del informe de construcción un fin de semana relajante, Udo
Comentario del editor: Los Klemenz son parte integrante de la historia de Diospi Suyana desde hace 20 años. Estaban sentados en su cocina el 16 de febrero de 2005 y pidieron a Dios una misión en la vida. Cinco minutos después, un desconocido les llamó y les invitó a Perú. Se trataba de dirigir la construcción de un hospital. El salario sería de 0 euros.
Jóvenes de 24 estados y 21 países oirán hablar de los Klemenz el domingo. Y se sentirán profundamente afectados. Una cosa es hablar de la fe y otra muy distinta vivirla radicalmente. Los Klemenz han demostrado cómo se hace. /KDJ




