En una antigua iglesia de Mötzingen, el Dr. John explora la cuestión de si el Espíritu Santo existe realmente
Si sólo el 4% de la gente sigue yendo a la iglesia el domingo y varios grupos de la sociedad incluso piden que se cancele el lunes de Pentecostés, entonces más vale que hagamos las maletas. ¿Quién de nosotros estuvo en la fiesta de Pentecostés en Jerusalén hace 2000 años? Nadie. ¿Y quién sabe lo que ocurrió realmente entonces? Concretemos. ¿Alguien ha visto ya al “Espíritu Santo”? – No, nadie lo ha visto. Así que seamos sinceros y acabemos con la lección de cuento de hadas…
Las imágenes vuelan por la pantalla del frente. Es cuestión de dos o tres minutos y, de repente, los 100 fieles están completamente electrizados. De la nada, una obra de fe se crea ante sus ojos por el poder del Espíritu Santo. Hospital, escuela, canal de radio en el sur de Perú, festivales con miles de jóvenes y millones de clics en las redes sociales. Se trata de miedo y esperanza, desesperación y oración. Al final, hay celebraciones porque el Dios de antaño está actuando de verdad y haciendo historia en el mundo.
El día de Pentecostés en Mötzingen, a tiro de piedra de Tubinga. Fueron minutos inolvidables para todos los que estuvieron allí. Ah, sí, se recaudaron 1.529 euros en donativos de libros y colectas dominicales. El Espíritu Santo lo hizo posible. Al final del acto, nadie pudo dudar de la realidad de este poder invisible. /(Haz clic en la imagen de arriba y podrás desplazarte por todo el servicio).







