¿Cómo salir del mundo de las drogas?

Slider Claudia Gutierrez

Claudia Gutiérrez lo sabe

El devocional de ayer en la mañana seguramente quedará grabado en la memoria de los participantes como un momento de inspiración. La iglesia del hospital estaba llena y la entrada aún más. En la parte frontal del panel, tomó la palabra la maestra colombiana Claudia Gutiérrez quien trabaja, actualmente, en el Colegio Diospi-Suyana.

La saga de la familia Gutiérrez comienza con el abuelo. Su familia vive en Bogotá y trabajan para el cártel de drogas. Plantan coca y la sustancia es procesada en un laboratorio de cocaína. Este negocio es rentable porque los intermediarios pagan bien y a tiempo. Nadie en la familia es consciente de las graves consecuencias de su producción y no se sienten culpables.

Poco a poco el abuelo de los Gutiérrez pierde fuerza y poder y caminar para él cada vez es más difícil, se ve obligado a usar muletas. En el hospital es diagnosticado con parálisis progresiva. No hay perspectivas de recuperación.

Es común que las personas en necesidad recurran a la religión. El Sr. Gutiérrez es invitado a un servicio de la iglesia. Con sus muletas, el hombre cojea dolorido. Cuando el servicio termina, él camina erguido y sin muletas desde el pasillo al exterior. Él ha sanado. Los médicos no encontraron explicación alguna para este evento.

El poder ilimitado de Dios mismo ha sorprendido al Sr. Gutiérrez, quien comprendió inmediatamente que tiene que cambiar, radicalmente, su estilo de vida. Para salir del negocio de la droga, él decide viajar a la selva para mover a todos los miembros de la familia a hacer lo mismo. En el viaje, el Sr. Gutiérrez muere violentamente bajo extrañas circunstancias.

Su esposa es ahora viuda y responsable de 11 niños. Ella trabaja duro y se esfuerza para criar a sus niños y niñas. No se siente sola en esta gigantesca tarea, ella siente que Dios está con ella. A raíz de la sanación de su marido, ella confía el destino de sus hijos a Dios. Los pequeños y grandes detalles de su vida son confiados en oración a Dios.

Ella reza por cada niño y más tarde por cada nieto. Los primeros miembros de la familia salen del negocio de la droga. Sin embargo, el padre de Claudia sigue tomando alcohol. El no confía en Dios por nada y el hogar se convierte en un hogar donde las peleas  son comunes. Cansada del abuso, la madre de Claudia, decide abondonar a su familia y mudarse a España.

Claudia se siente traicionada y sola, muchas veces cuestiona a Dios preguntándole el porqué de su situación. Poco después, encuentra su respuesta y consuelo en una cita bíblica donde dice que pese a que nuestro padre o madre nos abandone, Dios nunca lo hará . Claudia entiende que Dios llevó en la cruz su profunda amargura y ella empieza a sanar internamente.

Llena de fe, insiste que su padre asista al servicio de su comunidad. La eterna lucha en oración de su abuela tiene por fin una respuesta completa, todos los miembros de su familia abandonan el negocio del cártel de la droga y vuelven a Dios.

Cuando Claudia habla de su hermano, sus lágrimas llenan sus ojos. Él vive desde hace muchos años con una banda en las calles de Bogotá, es un adicto a las drogas y su situación es crítica. De igual manera, las oraciones de su abuela tienen un resultado positivo. Sucede lo increíble. Él encuentra a Dios, o aún mejor, Dios lo encuentra a él . El hermano de Claudia se libera y comienza una nueva vida sin drogas.

Dios nos ha salvado a todos nosotros, no importa en que circunstancias usted viva siempre podrá encontrar en la Biblia el consuelo que necesita “ , la audiencia esta conmovida.

Cuando Claudia termina, surgen los aplausos. En la oración final muchos siguen cada palabra de la colombiana. Durante 20 minutos, las personas fueron capaces de reconocer a Dios en la vida de la joven mujer de Bogotá.

Estoy parado en la parte posterior de la iglesia y pienso: “Si tenemos la radio Diospi-Suyana entonces historias como éstas podrían ser transmitidos en vivo a numerosas chozas de los Andes peruanos, exactamente, donde reina la desesperación.” / KDJ

1 Response
  1. leidy

    Puedo dar fe de que esta historia es verdad, que la vida de la Claudia Gutierrez es una gran bendición para muchos, estoy segura que es una mujer llena de Dios y es hermoso escuchar que están siendo de bendición e impacto para esta comunidad, Dios bendiga el trabajo de todos y cada uno de los misioneros y obreros en Perú y que cada comunidad pueda conocer verdaderamente al Padre.
    Bendiciones a todos.

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