Los tiempos están cambiando

Cuando en enero del 2003 el suizo Markus Rolli y yo conducimos por vez primera por Curahuasi nos encontramos en un pueblo de mala muerte. Casí todas las casas fueron  construídas de adobe y la mayoría de las calles consistió de machaca. Apenas se veía automóviles e incluso las bicicletas fueron raras. No había ni celulares ni acceso a la red.

Once años más tarde casi no se reconoce esa aldea de montaña somnolienta de aquel entonces. Cientos de casas de cemento ponen de manifiesto lo dispuesto que están sus propietarios a invertir. En el centro casi todas las calles están cementadas. Debido al tráfico  hay incluso como embotellamientos por el tráfico. Allí cuarenta taxistas se ganan la vida, solo en la zona local.

Este desarrollo explosivo tiene que ver, principalmente, con el hospital Diospi Suyana. En la actualidad son unas 150 familias que cobran sus salarios o del hospital o de la obra de la escuela Diospi Suyana. Desde muy lejos llegan entre 100 y 200 personas a Curahuasi todos los días para someterse a un tratamiento en el hospital.

En 2024, ¿marcarán los primeros rascacielos la imagen de la ciudad? Entonces la mayoría de los Curahuasínos, probablemente, ya no se acordará bien de los tiempos antes de Diospi Suyana. /KDJ

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