25 de mayo de 2024 – Ocurrió sobre las 19.00 horas
Yesmi nace en la ciudad andina de Huánuco. Su vida no es fácil porque sus padres se separaron. Aún es una niña cuando su madre se traslada a Lima con ella. Este traslado es un factor de estrés adicional. Pero la niña encuentra apoyo y orientación en la comunidad de una iglesia protestante. Pasa gran parte de su tiempo libre en esta iglesia durante casi 15 años y aprende a confiar cada vez más en Dios. En 2011, ve un reportaje sobre Diospi Suyana en la televisión. Yesmi queda impresionada. El reportaje televisivo es un fuerte impulso para que empiece a estudiar medicina después de la escuela.
Durante siete años se forma como médico en la elitista Universidad Cayetano Heredia. Ahora, la peruana ha ganado confianza en sí misma y se fija metas altas. En 2021, empezará un curso de formación a distancia en salud pública en la Universidad de Edimburgo. Mientras completa el riguroso programa por las tardes, también realiza su obligatorio año rural.
En 2024, la peruana está en el Reino Unido. Está trabajando duro para un examen que revalidará su educación peruana en el Reino Unido. Pero todo se retrasa y en abril de 2024 Yesmi está buscando trabajo. Yesmi envía un correo electrónico a la dirección de contacto de Diospi Suyana. Los recuerdos de aquel reportaje 13 años antes le invaden. Por desgracia, Yesmi no recibe respuesta. ¿Qué se supone que debo hacer?
En mayo vive en Edimburgo con una enfermera como inquilina. Yesmi está completamente perdida y cada vez más deprimida. La incertidumbre la corroe. Su futuro está lleno de interrogantes. El 25 de mayo, pone radicalmente el destino de su vida en manos de Dios. Ora y canta. «Dios, quiero hacer tu voluntad, pero muéstrame el camino».
Al cabo de tres horas (¡!) se siente invadida por una paz total. Yesmi siente que Dios ha tomado el timón.
Cinco minutos después, recibe un mensaje de audio de Perú por WhatsApp. La Dra. Martina John, fundadora de Diospi Suyana, ha encontrado su correo anterior en el ordenador y le envía un mensaje alentador.
Yesmi está llorando. Está completamente abrumada. Dios la ha escuchado de verdad. Se siente como tantas personas que se quedan atónitas ante la acción real de Dios. El 18 de junio, el médico misionero realizó una detallada entrevista telefónica con Yesni. Esa misma tarde recibió un compromiso.
Desde el 31 de julio trabaja en el equipo Diospi Suyana. ¡Una respuesta a la oración para Yesni Arcelia y también para nosotros! Porque buscamos desesperadamente colegas médicos que se comprometan con el hospital misionero como expresión de su fe. Yesmi dice: «Lo que me ocurrió aquella tarde fue una auténtica locura. ¿Tres horas de oración? Una paz interior y una señal de vida totalmente inesperada de la Dra. Martina John».
Un ateo diría: «¡Coincidencia!». – Los cristianos, en cambio, damos gracias a Dios por su guía en nuestras vidas. /KDJ
