1200 niños, muchos adultos y un centenar de empleados
Una tarea logística gigantesca que sólo se logró con un gran contingente de personal. Bajo el tema “Jesús, el mejor regalo”, 100 niños fueron conducidos a través de un parkour con 12 paradas. En todas las estaciones, los niños y niñas podían escuchar, ver o incluso tocar activamente algo. El evento de tres horas y media se convirtió en una experiencia inolvidable para los participantes de cuatro a catorce años.
Un cielo azul brillante, las montañas nevadas de fondo y la creatividad concentrada. Todos los que estaban allí adivinaron rápidamente cuánto amor y trabajo duro se puso en los preparativos.
Al final de una larga tarde, los niños estaban felices y satisfechos, el personal sin voz y el ruido de fondo volvía a la normalidad. Cuando el sol se puso detrás de la cordillera, todos comprendieron que el nacimiento de Jesucristo era el punto de inflexión más importante de la historia del mundo.