Médico misionero peruano por convicción
Nuestro equipo está formado por unos 280 colaboradores. Son mujeres y hombres de Perú y otros países que realizan tareas importantes en los cinco campos de trabajo de Diospi Suyana. A veces aparecen exactamente en el momento adecuado, literalmente de la nada, por así decirlo. Como Pepita. La pediatra Dra. Pepita González es una joven colega cuyo compromiso nos infunde gran valor. Hace tres semanas, dos pediatras experimentados dejaron sus puestos como estaba previsto. El Dr. O’neill regresó a Inglaterra y el Dr. Simon Then inició un importante proyecto en el este de Perú. Así que mi esposa Tina se quedó sola en pediatría. En lenguaje llano, eso significaba guardia de fondo para urgencias pediátricas todas las noches. Difícilmente manejable.
Pero ahora Pepita González se ha unido al equipo de médicos. Esta cristiana convencida de la ciudad de Arequipa oyó hablar por primera vez del Hospital Diospi Suyana hace seis años. Un pastor le aconsejó que viera de cerca nuestro trabajo social-diaconal. Así que en 2018 viajó 13 horas hasta Curahuasi con su hermana mayor. Pepita recuerda sus primeras impresiones. Mientras las guiaban por los pasillos y observaba los efectos positivos de una fe viva en las habitaciones de los pacientes, tuvo que secarse algunas lágrimas de los ojos. Finalmente, las dos acabaron en mi despacho y escucharon atentamente la historia de Diospi Suyana en una pantalla. «El Dr. Klaus, después de la conferencia usted me dijo: «¡Pepita, llegará el día en que trabajarás como médico misionero en nuestro hospital!».
Me tomé esta afirmación al pie de la letra. Ahora estoy aquí y sé que Dios tiene una misión para mí en el hospital misionero».
En una entrevista personal, la pediatra habló de su fe en Dios. «Mis padres no eran especialmente religiosos y durante todo un año escuché en secreto las devociones matinales en la radio. Finalmente confié mi vida a Jesucristo y desde entonces han cambiado muchas cosas en mi vida. Incluso mi elección de palabras se ha vuelto más refinada.
Mis interacciones con la gente ya no son como antes. En abril de 2024, Pepita vino a Curahuasi para participar en el festival juvenil «Gozo en los Andes». Y desde abril, mi mujer y yo hemos esperado con anhelo que la Doctora diera realmente el salto de la costa a la sierra.
Lo hizo y ahora respiramos aliviados y damos gracias a Dios. /KDJ