Jannik Schmidt opta por Sudamérica
Jannik es el mayor de seis hermanos. No tuvo una infancia fácil, ya que su madre murió de cáncer en 2013. Pero no perdió su fe en Dios por esta tragedia. Al fabricante de herramientas le gustaría incluso pasar unos años en el extranjero trabajando en un proyecto humanitario cristiano. ¿Pero dónde? En realidad, se siente atraído por Papúa Nueva Guinea. Ha oído que allí se necesita a alguien como él, pero claro, faltan voluntarios en todo el mundo.
Un conocido – se llama Eberhardt Schlemper – se le acerca: “Hay un hospital misionero en Perú. Probablemente estén buscando a alguien como tú. Ve y averígualo”. Los días pasan. El conocido vuelve a llamar, esta vez por teléfono: “¿Has mirado la página web de Diospi Suyana? Es importante”. Jannik aún no lo ha hecho, pero ahora está empezando a navegar por internet. Ve un documental sobre el hospital de la fe. Se pone a pensar. ¿Cómo debe decidir?
Viernes 3 de junio de 2022. El joven de 25 años camina por la naturaleza. Busca claridad, un indicio de lo alto. Y estando solo, reza en voz alta pidiendo la guía de Dios. Por la tarde, el Dr. John dará una conferencia en Neunkirchen, muy cerca de su ciudad natal, Lützeln. “¿Quizá debería aprovechar la oportunidad e ir allí?”, piensa Jannik para sus adentros y no tarda en subir a su coche.
Jannik se sienta entre los 85 visitantes. Escucha, ve y experimenta lo que ha surgido de la nada en los Andes de Perú. Milagros y coincidencias. Dificultades y obstáculos. Y una y otra vez la intervención de Dios.
Tras la presentación, se entabla una conversación: “Señor Jannik, ¿por qué no viene mañana a nuestra reunión de intereses de Diospi Suyana? Se celebra una vez al año en Langgöns, cerca de Gießen”. Jannik no puede rechazar la invitación del médico de la misión. Por supuesto, está allí al día siguiente y hace sus preguntas. Diospi Suyana se ha convertido en una opción de moda.
Unas semanas más tarde, llega el correo de Compassion International. Como agradecimiento por su apoyo a un niño apadrinado, Jannik recibe un libro. La portada muestra a una niña con una alpaca. El niño se llama: “Suyana” y vive en Perú….
…el tiempo de Jannik en la escuela de idiomas de Cusco empieza la semana que viene. El hombre de Lützeln quiere invertir un total de tres años para Diospi Suyana. Tobias Lächele (arriba a la derecha) puede aprovecharlo. Hay trabajo más que suficiente. Y quien se sabe guiado por Dios, como Jannik, está muy motivado.
“¿Sabes realmente que a tu madre le entusiasmaba Diospi Suyana cuando estaba viva?”, le preguntó su padre. “Incluso prestó el libro “He visto a Dios” en el barrio. Si su madre supiera lo que su hijo estaba haciendo en Perú. Sin duda estaría encantada. Pero quizá ella lo sepa. Está escrito en el Nuevo Testamento que los cristianos estamos rodeados de una nube de testigos. /KDJ