El misterioso campamento

Últimas experiencias de nuestros exploradores

Los 15 exploradores no tenían idea, dónde sus talleres vacacionales tomarían lugar.  Así que se fueron en busca de pistas. En dos grupos, los exploradores armaron un rompecabezas de pistas para encontrar el lugar indicado. Se abrieron paso a través de terreno difícil y buscaron debajo del río y de la tierra para poder alimentarse. Justo antes de la llegada, juntaron sus notas en común y develaron el secreto. El campamento estaba enfrente del Hospital Diospi Suyana.

La ruta se ejecuta directamente a través de un túnel húmedo.

Debora Centner escribe: “No había corriente de agua ni electricidad. Hemos cocinado sobre el fuego, hemos cortado madera y hemos dormimos en tiendas de acampar. El agua lo trajero unos vecinos. El baño era como una caja aislada, sólo que sin barras… Kennet, un explorador de la gran ciudad de Lima, dijo que nunca se había quedado fuera del hogar. Pero él siempre llevaba consigo el principio que todo explorador debe conocer cuando hay algo que hacer. “¡Estar siempre listo! “

Por la tarde, los exploradores aprendieron habilidades prácticas. Algunos construyeron bancos, otros; pulseras de la amistad. Algunas manos expertas cosieron paquetes de cuero y diseñaron las antorchas para pasar la noche.

Bolsas de piel de fabricación propia

Por la noche llegó la lluvia esperada. Una tienda de campaña casi nadaba sobre la tierra. Los residentes afectados, cuatro niñas. Ellas fueron reubicadas en las tiendas de sus compañeros. Por supuesto, la lluvia no pudo detener a los exploradores, quienes aprovecharon el mal tiempo para pasear por los alrededores del hospital con sus antorchas hechas en casa.

Lluvia, tormenta y la oscuridad no pueden detener a nuestros  Exploradores.

Desde el viernes, los pacientes esperan en la entrada del hospital para poder recibir  tratamiento médico. Con bolsas de plástico, algunos pacientes habían construido refugios. Estos también incluyen mantas en el suelo donde reposar y un estimado de seis capas de ropa. Debido a que algunos pacientes habían ayudado a los exploradores en el campo de la construcción, ellos recibieron a cambio una sopa de quinua, bebida especial de avena por la mañana. La cultura de Perú es así, hay que ayudar al que nos ha ayudado.

El domingo por la mañana se celebró un servicio religioso. Los exploradores cristianos no sólo esconden tesoros, sino también son seguidores del Rey de Reyes. El viaje a la tierra del Altísimo, es lo que más vale la pena al final. Los niños tienen Biblias que pueden diseñar de manera creativa. El resultado final fue una vez más, un súper fin de semana.

Al mediodía, el sol quemaba. Al mediodía, el sol quemaba. Al mediodía, el sol quemaba. Al mediodía, el sol quemaba.
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