Concentración total, tanto en urgencias como en la consulta

Están en juego vidas humanas y proyectos de futuro

La primera llamada nos llegó a la hora de comer. Inmediatamente nos levantamos y nos pusimos en marcha. Por el camino, volvió a sonar el móvil: «El niño sigue convulsionando, ¡necesitamos a la Dra. Martina ya!». Mi mujer acelera y, de repente, un moto-taxi frena delante de nosotros, casi provocando una colisión por alcance.

Agitación en urgencias. La niña está inconsciente. Un grupo de personal médico alrededor de la camilla. Todas las urgencias son importantes, pero cuando se trata de la vida de los niños, todos los implicados respiran más deprisa. Yo lo llamaría un reflejo de solidaridad humana.

El personal administrativo también está plenamente concentrado en su trabajo. El arquitecto Marco Gamarra y su colega el ingeniero Carlos Robles explican en mi despacho varios modelos para la ampliación de la Escuela Diospi Suyana. Dos edificios escolares, campos de fútbol y una pista de atletismo a lo largo del perímetro exterior. No está mal. De una forma u otra. Luego exploramos el terreno por tercera vez. «Enviaremos los archivos PDF esta noche», dice el arquitecto. Los dos vuelven en coche a Abancay y yo hablo con los obreros del centro de ocio.

En Diospi Suyana, cada día es completamente impredecible. Y cuando suena el teléfono por la noche, contenemos la respiración /KDJ

El arquitecto Marco Gamarra (derecha) y su colega el ingeniero Carlos Robles
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