Reinhard y Gerti Berger
En Diospi Suyana uno nunca está a salvo de sorpresas. Durante mi recorrido por la parte posterior de los terrenos del hospital me encuentro con dos personas mayores. Se sientan en sus sillas de plástico y disfrutan de la tranquilidad de la oscuridad. Me tardo menos de dos segundos y sé a quienes tengo delante de mí. La pareja Berger. Ellos visitan por tercera vez Diospi Suyana. ¿Qué significa para ellos su presencia aquí? Ellos fácilmente podían caminar cómodamente a través del bosque nativo o volar con Ryanair en una cálida playa en el Caribe.
Reinhard Berger espera por los esterilizadores después de trabajar por muchos años en la empresa Lautenschlager. Ha llegado a tiempo desde su merecida jubilación. Él ha viajado con su esposa para ajustar, calibrar y reemplazar las piezas en mal estado de nuestras máquinas. El paquete completo.
Su valioso trabajo está conectado con un gran sacrificio personal. Debido a que los dos jubilados vienen por su propia cuenta. Solamente sus gastos para sus vuelos intercontinentales fue solventado por otras personas de buena voluntad.
“¡Visito varias veces a la semana, la página web de Diospi Suyana!”, Dijo Gerti Berger, por lo tanto tiene el mismo espíritu entusiasta sobre Diospi-Suyana, al igual que su marido.
Por supuesto, el entusiasmo de nuestros amigos extranjeros estimula a nuestro equipo en Curahuasi. Y el compromiso apasionado de los voluntarios en el lugar hace, a su vez, que el verdadero heroísmo de nuestros seguidores se haga notar en el extranjero. Todo lo que se interponga en su extraño contraste, son aquellos casos diarios de actos de corrupción en todos los niveles de la sociedad. / KDJ
