Diospi Suyana no sería imaginable sin su colaboración
El 3 de agosto de 2005, Udo y Barbara Klemenz viajaron a Perú con la familia John. No se trataba de un viaje de estudios de tres semanas, sino de una misión de años. El ingeniero civil de Niederbiel ha pasado más de diez años de su vida trabajando en Curahuasi. Dirigió la construcción del hospital de la misión y de la clínica dental y oftalmológica. A continuación se construyó una casa para los clubes infantiles Diospi Suyana. Su siguiente gran proyecto fue la escuela Diospi Suyana. En 2017, amplió el hospital con otra planta y dirigió la construcción de un centro de ortopedia. En 2018 se realizaron tres ampliaciones: el centro de medios de comunicación, el ala de quirófanos y un edificio adicional para la escuela.
Ante la necesidad, en marzo de 2023, viajó espontáneamente a Perú durante diez semanas para avanzar en las labores de saneamiento del festival juvenil. El lunes viajará de vuelta a Alemania. Cuando los Klemenz empezaron a escribir la historia de la misión en las montañas de Perú en 2005, el ingeniero civil tenía 63 años. Ahora, a los 80 años, sigue activo por la buena causa. No es casualidad que todos los libros sobre Diospi Suyana describan en capítulos el uso del Klemenz.

Todo empezó con una oración por la mañana en la cocina de los Klemenz: «Dios estará dispuesto a hacer tu voluntad. Pero, por favor, ¡dinos qué es!» Cinco minutos después, llamó un médico desconocido de Wiesbaden. Diospi Suyana da las gracias de todo corazón a Udo y Barbara. Son el mejor ejemplo para todos nosotros.
(Pie de foto superior. El 10 de diciembre de 2005, Udo Klemenz colocó la primera piedra jamás colocada en Diospi Suyana).
El último de los más de 500 informes escritos por Udo Klemenz








