Simplemente fantástico

¡E inolvidable!

Ha llegado el momento de dar las gracias. Sin los numerosos voluntarios, el musical nunca habría podido celebrarse. Los técnicos trabajaron horas extras y aportaron un gran sonido al anfiteatro. La gente del centro de medios ayudó en todos los rincones. Los trabajadores de los talleres hicieron los distintos decorados y la costurera cosió 200 ponchos. Coordinadores, asesores, jefes de grupo y supervisores: sin duda, 100 personas han trabajado incansablemente durante los últimos días y semanas para que la velada fuera un éxito. Marielene Lächele hizo la mayoría de las fotos para las noticias de hoy.
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Cuando la Dra. Martina John preguntó al público si Marta Miranda debía ser invitada a actuar de nuevo, el voto acústico no pudo ser ignorado. Los niños y alumnos del Club tuvieron su gran actuación el sábado. Y el contenido fue único. No hay mejor mensaje que éste: Dios envió a su hijo Jesucristo para redimir a la humanidad.

El sol se pone a lo lejos. El escenario iluminado en primer plano.
Sabine Teichert no era la única que estaba contenta.
Dos espectadores
Jesús (Steeph) canta.
El hijo pródigo
Nuestra costurera Irma había cosido 200 ponchos.
¡Pura fascinación!
La última cena
Marta Miranda con un carisma único
Daniel Wiens y Tobias Lächele del departamento de tecnología
Voluntarios como asesores
Cuatro que no sólo saben sonreír, sino también trabajar duro. Ayudaron como coordinadores.
Las semanas de esfuerzo merecieron la pena.
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