Todo se pudo leer en el periódico. Las personas de Kolping del Zellertal habían matado de nuevo dos puercos, habían hecho cerveza, habían puesto música y habían tocado las campanas. El beneficio de sus múltiples actividades beneficiaba al hospital misionero en Perú
Agradecemos a los miembros de la unión Kolping de todo corazón por su empeño ejemplar y afortunado