Misioneros se establecieron

La mayoría de los voluntarios vienen del extranjero para tres años a Curahuasi. Por lo general, alquilan una casa de adobe, renuevan las habitaciones tanto como sea posible y aprovechan al máximo las condiciones estructurales. Ya saben, el tiempo pasa rápidamente por eso las inversiones más grandes no son tan aconsejables.

 

Por el contrario, algunos misioneros tienen una perspectiva a largo plazo. Así que lanzan las raíces más profundas. Es innegable que estos empleados con el tiempo se hagan columnas fijas en el equipo.

Es casi imposible pensar en el Hospital sin incluir a esta pareja, John Lentink un holandés y su esposa Viola. Por consecuencia construyeron, para su servicio en Diospi Suyana una casa con bases sólidas.

 

Ayer participaron como 60 personas entre adultos y niños a la inauguración de esta casa. Fue un festival de colores con cantos, oraciones y comida. La vista en el valle al  hospital es impresionante y las perspectivas para el futuro satisfactorio. La pareja Lentink es una verdadera bendición para los pacientes y colegas – probablemente durante muchos años.

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