Un informe de Carolin Klett
“Wow, mi madrina sólo tiene dos hijos.” “Mi madrina esta sola, no tiene marido ni hijos.” “Tengo un montón de patrocinadores, una compañía entera”. “Toda una empresa”. Wow dice en todo momento Rosa (*) pues tiene toda una empresa como padrinos “. “Tengo un salón de clases como padrinos.” “Tenemos el mismo padrino.” “Mis padrinos me han enviado una carta y una foto.” “El mío también, mira, aquí está la foto.” “Mi madrina se llama Julia. (*)” “No recuerdo el nombre, era tan divertido.” “¿Cuál era el esposo de mi madrina? Me he olvidado. ”
Muchos de estas afirmaciones las escuché la semana pasada, debido a que todos los estudiantes del Colegio Diospi Suyana, que tienen un padrino, pudieron escribirle una carta personalizada. Suena fácil, pero no lo es. Generalmente, las cartas no son tan comunes en Curahuasi nunca llegan y no existe un servicio portal en el pueblo, por lo que los estudiantes no saben de qué se trata, ni tampoco saben cómo escribir una.
Dentro de cada carta había una gran pregunta: “Vendrán mis padrinos a Curahuasi? Me gustaría llegar a conocerlos”.
Damos las gracias a todos los patrocinadores que hacen posible que los 70 niños, que provienen de familias de escasos recursos, puedan asistir a nuestra escuela. Los padres de los niños y nosotros como personal estamos muy agradecidos por su apoyo!
Tenemos el privilegio de contar con más padrinos para los niños, incluso hay una lista de espera. Una y otra vez me preguntan, ¿Por qué no tomamos más niños de familias pobres? El problema es, sin embargo, que precisamente estos niños a menudo requieren más apoyo, tanto dentro de la escuela y en el ámbito social. Los maestros dan clases en la tarde para los estudiantes con bajo rendimiento, lo que demuestra que, realmente, nos preocupamos que el niño tenga éxito en su educación. Aunque algunos padres tengan una visión diferente y en vez de colaborar pongas trabas a nuestro trabajo. Lamentablemente, existen muchos padres de familia que se han conformado a vivir en su pobreza y mantienen una actitud que no cambia esta situación, obligándolos a vivir mendigando o lo más grave aún, viviendo a costa de otros. Lo que nosotros buscamos es más familias motivadas a un verdadero “cambio”.
Para muchos niños, es un privilegio tener un patrocinador, el cual le permite estudiar en el Colegio Diospi Suyana. Una chica lo expresó así: “Voy a aprender mucho, porque sé que realmente se preocupan por mí”. Un niño escribe: “Gracias a Dios que me has dado un padrino”.
¡Gracias, nuevamente, a todos los patrocinadores! Gracias también a todos aquellos que oran por su ahijada y / o por la escuela en general. Es muy importante ya que muchos estudiantes tienen problemas en la escuela y en su familia. Necesitamos sus oraciones.
