Me pregunto si los Wößner ya pensaban en eso entonces.

Fueron de los primeros partidarios de Diospi Suyana hace 19 años.

Martin Wößner (arriba a la izquierda) y su esposa Ulrike (no en la foto) leen en una revista familiar Diospi Suyana en 2004. El proyecto les convenció y pronto ambos se contaron entre los primeros amigos activos de nuestro trabajo. Un año después nació su hija Rebekka (arriba a la derecha). La simpatía de sus padres por Diospi Suyana acabó contagiándose a su hija. Ayer, la Rosendfelder de Baden-Württemberg fue aceptada oficialmente como voluntaria.

Papá, mamá e hija. La manzana no cae lejos del árbol. ¿Se sentirán atraídos algún día también sus nietos por Diospi Suyana? Con los Wößner, hay que esperar de todo. /KDJ

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