La Dra. Martina John salvó la vida de un anciano quechuahablante

Una intuición conduce al diagnóstico correcto

Las cosas no iban bien para Don Julián. El quechuahablante de 78 años, sufría debilidad, dolor abdominal y vómitos. Al menos había sobrevivido al largo viaje desde el estado de Cusco. Los síntomas apuntaban a una infección del tracto gastrointestinal. Pero los antibióticos no funcionaron.

El paciente se puso visiblemente turbio. El laboratorio mostró valores sanguíneos anormales, especialmente los niveles de azúcar y sodio en sangre eran llamativamente bajos.

Hace unos días, la Dra. Martina John se dirigía al hospital cuando cayó en la cuenta como un rayo. El hombre sufría de insuficiencia suprarrenal. En este desequilibrio hormonal, faltan las hormonas cortisol y aldosterona. Dependiendo de la gravedad, se desarrolla una situación potencialmente mortal que puede conducir a la muerte si no se trata. La terapia consiste en la administración de glucocorticoides (hormonas).

El médico misionero se apresuró a acudir a la cabecera del enfermo y minutos más tarde la hidrocortisona, que le había salvado la vida, corría por su vena. El efecto fue sorprendente. Al cabo de unos días, el anciano estaba visiblemente mejor. Volvió a tener apetito. Los valores sanguíneos se normalizaron. Y pronto volvió a sentarse erguido en su cama. Está previsto que Don Julian vuelva a casa a finales de esta semana.

Las intuiciones del médico se basan en una combinación de experiencia e intuición. Pero como cristianos, creemos naturalmente que Dios puede darnos los pensamientos correctos en cualquier momento.

(Imagen superior: Don Julian sentado en una silla de ruedas en el patio del hospital. La Dra. Martina John está de pie a su izquierda).

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