¿Eso es todo?
Dos veces en mi vida he visitado el Yad Vashem en Jerusalén. El horror se apoderó de mí como también a la mayoría de los visitantes . La pregunta de ¿cómo fueron posibles estos crímenes?,surge inevitablemente en el momento.
En el otoño del 2011 adquirí, al final de la exposición en las librerías, dos libros que tratan precisamente este tema. Curiosamente, todos los análisis muestran que nadie está dispuesto a admitir su culpa. El ingeniero sólo estaba cumpliendo con su deber y los guardias de los campos de concentración sólo siguieron las instrucciones de sus superiores . Incluso,el tendero actuaba en nombre de terceros. Nadie se sentía responsable o mostraba algún tipo de remordimiento .
Los vecinos estaban de pie detrás de la cortina cuando un policía llevó a una mujer lejos de la tercera planta. Las piedras volaban en el escaparate y sinagogas judías fueron incendiada;miles de personas presenciaron esto pero, ninguno se animó a actuar .
La enseñanza de lo ocurrido en Auschwitz es que todo crimen de la historia puede repetirse. El resentimiento subliminal aún prevalece . Desde mi primer viaje a Israel en 1977, he conversado con un sinnúmero de personas sobre las atrocidades que se han cometido en nombre del pueblo alemán .
Nunca he oído una confesión de culpabilidad. Pero a menudo mis interlocutores han insinuado que no les gusta los Judíos. No es de extrañar que sólo el 58% de los alemanes quieren finalmente olvidar lo ocurrido en el Holocausto.
Todos somos hijos de nuestro tiempo. Si hubiera vivido en aquella época, me temo que habría guardado silencio por miedo e impotencia. ¿Y hoy en día? ¿Todavía se guarda silencio donde se supone uno debería hablar? Puede ser difícil mantener una posición minoritaria, mientras que todos sabemos que la masa esta equivocada .
Aún ahora , hasta los puntos de vista sobre cuestiones éticas cambian. Cuando fui a la escuela hace 40 años, había una gran mayoría de la población, que veía el aborto como un acto reprochable. En el 2015, es diferente. Hoy en día, puedes ser duramente criticado si defiendes el derecho a la vida de un niño por nacer.
Dios me haría responsable de los crímenes de mis antepasados? Probablemente no. Pero ,quizás, tendría suficientes esqueletos en el armario, de haber estado en una situación similar. Se necesita tener un increíble coraje para ponerse de pie y decir: “Yo acuso” / KDJ
