¡Con el tiempo, usted va a terminar en la carpa de oxígeno!

Dietmar Witzleb und seine Frau Rajele slider

Dietmar Witzleb y el laboratorio de función pulmonar

Domingo por la mañana en la Iglesia luterana alemana en Melbourne. El servicio es el mismo y los visitantes disfrutan de un café con torta en el cuarto de al lado. No mucho tiempo después,  me encontraré con Dietmar Witzleb. La historia detrás de la vida de Dietmar es muy interesante y yo estoy listo para saber más detalles.

Cuando Dietmar ve la luz, por primera vez, un 30 de diciembre de 1951 en Erfurt; ni él ni su familia saben que sus órganos internos están a la inversa. Es así como una ecografía revela que su hígado está a la izquierda y su bazo a la derecha. No es un buen comienzo en su vida. A esto se suma el hecho de que el niño está luchando contra una neumonía bilateral. Transcurre un año y medio y tras varias hospitalizaciones, su salud no mejora.  Tras varios análisis, los doctores caen en cuenta que una gran úlcera ubicada en su cabeza obstaculiza su desarrollo.

Cuando Dietmar tenía 8 años, en 1960, sus padres deciden hacer un viaje de forma aventurera al Occidente. Tras permanecer por largas estancias en campamentos de refugiados, finalmente, los Witzlebs encuentran en Engen, Baden-Wurtemberg, un nuevo hogar. A la edad de 12 años, mientras asistía a la  escuela secundaria en Singen, un nuevo dolor amenaza la vida de Dietmar. Para los médicos, el diagnóstico más probable es el de una “apendicitis”. Una radiografía, planeada un poco antes de la OP, muestra que los órganos están nuevamente invertidos. Por lo tanto, su apéndice está a la izquierda. Otro hallazgo es el cuadro de neumonía. Los problemas crónicos con los pulmones forman parte de la vida de Dietmar de ahora en adelante.

En 1976, el experto en TI migra a Australia. Él es ahora un hombre casado con Rajele, de ascendencia alemana. En una clínica especial para enfermedades pulmonares en Melbourne, Dietmar conoce al  Dr. Bowes, quien le describe su caso clínico con el nombre de síndrome de Kartagener. En estos casos extremadamente raros, no sólo los órganos se invierten, sino también debido a un defecto genético, los cilios no funcionan. Los cilios son pelos finos en la superficie de las vías respiratorias, cuyo objetivo es de limpieza. Una vez que son defectuosos, el resultado es un aumento significativo de la susceptibilidad a enfermedades respiratorias. Neumonía y cambios patológicos de los tejidos pulmonares son las consecuencias.

Desde hace tres décadas, Dietmar va cada seis meses al laboratorio de función pulmonar. Su capacidad pulmonar está empeorando. Un tercio de su capacidad ya no se encuentra. El futuro de Dietmar es oscuro. Su médico le dice una cruel verdad: “Lo siento Señor Witzleb, pero con esta enfermedad, ¡usted va a terminar en la carpa de oxígeno!”

Pascua 2014: Dietmar Witzleb asiste a un servicio religioso en Toowoomba, Australia. El pastor, desde su púlpito, ofrece que cualquier persona suba para que ofrezca una oración.”Yo no voy hacia adelante”, dijo Dietmar. Pero, finalmente, las manos del pastor terminaron en la cabeza del fiel, ese día, los australianos rezaron a Dios por una mejora en la salud de Dietmar.

Dos semanas más tarde, de nuevo en Melbourne, Dietmar hace su rutina en el laboratorio de función pulmonar. El MTA realiza, por enésima vez, el procedimiento para medir su función pulmonar. Dietmar señaló que la señora lucia un poco confundida. “Sr. Witzleb”, dice en tono de disculpa, “tengo que calibrar la máquina de nuevo, ¡muestra valores incorrectos hoy!” Por tanto, la prueba se repite. El trabajador de laboratorio niega con la cabeza sin poder hacer nada y pone los resultados en un sobre sin decir una palabra. Unos minutos más tarde, el especialista indica el reporte de la evaluación que tiene en sus manos. “Sr. Witzleb, sus pulmones tienen mejor capacidad. Corresponde a su grupo de edad. ¡Pero no puedo explicarme esta mejora con los  medicamento de ninguna manera! ”

Dietmar informa al médico de su experiencia en la Iglesia en Toowoomba dos semanas antes. El neumólogo lo mira con ojos grandes y dice: “Con este excelente resultado, ya no es necesario hacer una prueba cada seis meses. ¡Hacemos de nuevo la cita el año 2016! ”

En todo momento, la gente ha aprendido que Dios tiene el poder para responder a nuestras oraciones de manera milagrosa. Cuando viajo por el mundo y doy informes en iglesias, escuelas y empresas acerca de Diospi Suyana, no siempre es para mí una tarea fácil. Pero a medida que me encuentro con casos como el de Dietmar Witzleb, mi ánimo recibe un gran impulso. Todo esto me muestra que el Dios de la antigüedad es el mismo en el siglo 21 – en todos los continentes. / KDJ

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