En lo más profundo del país quechua

Mit Doris und Caesar am Haus

De casa en casa

La vida puede ser tediosa y engorrosa. Viernes por la mañana, estamos en el camino a Andahuaylas de nuevo. Volvemos para persuadir a los pobladores y lograr el emplazamiento de la antena por encima de la ciudad. Aproximadamente, a la mitad de un kilómetro de distancia se encuentra un quechua y con él, el asentamiento de las 350 familias que viven allí, y que tienen algunas objeciones sobre nuestro proyecto. ¿La gente puede esperar sobornos? Eso sería un escenario común en Perú.

Después de dictar dos clases, en diciembre y enero, sobre la información del proyecto en el ayuntamiento, en esta ocasión nos toca ir a campo para recolectar opiniones y despejar dudas. Doris Manco, directora de nuestro Centro de Medios de Comunicación, va de casa en casa; asimismo, nuestro taxista César Mosqueira es una parte indispensable de nuestro pequeño equipo pues habla con fluidez el quechua y sabe exactamente la mentalidad de la gente de aquí.

Es así como empezamos a llamar a las puertas y hablar con los residentes. Algunos de ellos ya eran pacientes del Hospital Diospi Suyana. “Podríamos informarles periódicamente en la radio sobre el servicio ofrecido por el hospital”, explicamos y señalamos las muchas otras ventajas de un canal de radio cultural cristiano. Se desarrollan las conversaciones más interesantes y esto nos ayuda a obtener una perspectiva más clara sobre la vida de los más pobres entre los pobres.

Ya hay más de 40.000 pacientes que han sido tratados por Diospi Suyana en la zona de Andahuaylas. La colina sobre la ciudad es el lugar ideal para nuestra antena. Una parcela de tierra que ya ha sido comprado y los componentes de la torre que se encuentran detrás del hospital están siendo preparadas para su pronta entrega y ensamble en el lugar. Ahora es tiempo de convencer a la gente en la base de verdades y orar intensamente para que Dios abra las puertas y corazones a nuestro anhelado proyecto. Muchas veces en las montañas del Perú, debido a diversos acontecimiento se puede encontrar mucho más que resentimiento.

Por la noche fuimos recepcionados por dos parroquias de la zona. Aunque se hablaba un idioma diferente y nuestras condiciones de vida son completamente diferentes, el calor de los miembros de la comunidad es asombroso. Del sermón en quechua sólo puedo adivinar el contenido, pero una cosa que sentí claramente fue el lazo invisible de amor que une a los cristianos en todo el mundo.

Durante el viaje de regreso, trato de mantener cuatro horas de conversación con César. Él está igual de cansado como yo y aún tiene que manejar unos 230 kilómetros a través de muchas curvas cerradas. Poco después de las dos de la noche llegamos a Curahuasi. Afortunadamente, todo ha ido bien. / KDJ

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La persuasión en el borde del campo
Die Antenne ueber der Stadt
Justo en la colina algún día se encontrará una torre, esperemos que de Diospi Suyana.
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