Quién duda de que nuestra cirujana Dra. Annette Haar es una persona extraordinaria, debe echar una mirada rápida a su vida. Ella nació en Etiopía. Sus padres trabajaban en este tiempo en la escuela alemana en Addis Abeba. Poco después de su nacimiento era el violento derrocamiento del emperador Haile Selassie, pero eso la Dra. Haar no puede recordar.
Después ella vivía varios años en Alemania hasta que su familia se mudó de nuevo África en 1986. Esta vez, al Cairo fue el nuevo hogar. Ahí Annette conoció como adolescente la vida de las comunidades cristianas de la diáspora. Adquirió experiencia en iglesias católicos y protestantes, vio el mundo de los Coptos y entró en contacto con el Islam. Annette se crió en un ambiente de diferentes religiones y opiniones. No es de extraño que ella tenía muchas preguntas. ¿Qué es la verdad? ¿Existe Dios de verdad? ¿Tiene la vida un significado más profundo?
Dividida entre la duda y la fe, estudió en los años 1997 a 1998 Teología en Graz, Austria. A través de subidas y bajadas ella finalmente encontró a Dios y se arrepintió. Annette había visto con sus propios ojos el sufrimiento en el Tercer Mundo. Su decisión de estudiar medicina es comprensible. En 2005 interrumpió su ayudantía a vivir durante varias semanas con los indios Mapuche en un pequeño pueblo de Argentina.
Hace dos años, la Dra. Haar estaba sentada a la mesa en Ratzeburg y escribió un correo a Diospi Suyana. Ahora la Especialista en Cirugía vive en Curahuasi, donde va a trabajar durante tres años en el hospital misionero. Tal vez después debe tomar un descanso para que pueda escribir su biografía. El libro seguramente sería muy interesante y también un curso avanzado en la geografía. / KDJ