En el campo de Australia

Dónde aún las cosas funcionan bien

Una pequeña iglesia en Hinton a 130 km norte de Sydney. “¿Cuánto tiempo tengo para mi presentación?”, pregunto al pastor Scott Willmot. “¡Puedes hablar todo el tiempo que quieras!”, responde el simpático australiano. Algo así no he escuchado nunca antes de un culto. Mayormente el programa está bien planificado.

Delante mío están sentadas familias con niños y se alegran de nuestra visita. En la tarde contarán también Chris y Sandi Welch desde su perspectiva. Los Welch han trabajado ya tres años acompañados de sus ocho hijos en Diospi Suyana. Sin Chris no hubieran tenido nuestras seis torres de radio ninguna conección satelital.

La amabilidad parece ser muy normal dentro de estas paredes de la iglesia. Esta iglesia se construyó en 1857 por cristianos y el culto está lleno de bastante gente joven. Eso da esperanza. Como he escuchado, la asistencia a la iglesia en Australia está cerca de 10% , es decir, casi el doble de la mayoría de países europeos.

Me pongo a conversar con una alumna del norte de Alemania que está haciendo intercambio. “Una iglesia así de amigable como ésta no hay en Alemania”, comenta ella. Pero en eso se equivoca y cinco minutos más tarde le doy la dirección de una iglesia en su lugar de provenencia donde dí también una conferencia hace algunos años.

Culto, almuerzo y el siguiente informe. Después de casi cinco horas después de una última foto llegamos a separarnos. ¿Si nos veremos alguna otra vez? La puerta de mi auto se cierra. De regreso a Sydney y después el lunes por la mañana hacia Melbourne – 905 km. /KDJ

Un público familiar.
Sandi Welch cuenta sobre su familia.
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