Una despedida ¿temporal?

Nuestras voluntarias vuelven  a Europa

El viernes, los siete voluntarios, cinco de ellos en la escuela y dos en el hospital se volvieron a juntar. Después de la ceremonia semanal del izado de bandera, el director del Colegio Diospi-Suyana, Christian Bigalke, tomó la palabra y agradeció a las jóvenes por su gran labor. Asimismo, les deseo un buen comienzo en sus nuevas actividades y muchas bendiciones de Dios. Era obvio que Helen Schad, Cati Vollmer, Nele Oswald, Hanne Kühl y la señorita Isabelle Hanne disfrutaron mucho de su tiempo en Curahuasi.

Durante un año, las voluntarias han trabajado activamente en diversas áreas: en la guardería, en arte, inglés, deportes y clases de literatura; asimismo, en la cocina  y los servicios de biblioteca. Han  acompañado a los niños en sus viajes escolares, han apoyado en la enseñanza de trabajo con materiales educativos traducidos, han ensayado un musical y mucho más. No se puede enumerar de forma exhaustiva todo su precioso trabajo.

A partir de la noche del jueves al viernes, han reprogramado su último día de clases, dejando un saludo a los profesores y estudiantes en todas las aulas, incluso se sustituyó la campana de la escuela a su canción favorita, para que los estudiantes se despidan bailando. Aun sin desearlo su trabajo diario había culminado.

Al final tomaron un baño de popularidad en la multitud, para luego dirigirse inmediatamente al aeropuerto. En la casa de huéspedes en Lima, tendrán un breve descanso para llegar a su hogar el martes.

Algunas de ellas quieren estudiar para convertirse en  terapeutas ocupacionales, profesores y médicos. De hecho, esto sólo podría ser una breve despedida, ya que se necesitan todas estas profesiones en Curahuasi – ciertamente en cinco años. Ojala y ellas encuentren su camino de retorno a  Curahuasi. ¡Ojalá, ojalá!

En el tablero está escrito: “Las queremos mucho!”
Un último abrazo
Ahora sí, el último abrazo
La Secundaria (preparatoria) quiere desear a nuestras voluntarias un buen comienzo en Europa.
Tabitha Pranzas (círculo rojo arriba) y Tabea Mayer (círculo rojo a la derecha) en el Club de Niños de Lucmus.

En el hospital, Tabitha Pranzas y Tabea Mayer han realizado todas las posiciones. Usted  tal vez las recuerde día tras día en la administración y en la admisión de pacientes. Todas las voluntarias también ayudaron en los once clubes de niños.

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