El libro sobre el fundador de la organización “Equipo de Médicos Misióneros Alemanes”
Desde hace algunos días está en el mercado, la historia de la vida de un hombre que se escapó en la oscuridad de la noche de la RDA y que más tarde inició una obra muy grande en África. Aquí el prefacio del libro:
La Navidad del 2012 se acercaba; envié a Werner Wigger un correo electrónico con una solicitud para que nos ayude en la búsqueda de un cirujano. Nuestro Hospital Diospi Suyana en el sur de Perú requería, con urgencia, la presencia de un cirujano en el mes siguiente.
Mi esperanza era que Werner Wigger con su amplia red de contactos podría recomendarnos a un colega. Y lo mejor es que el proceso iba a ser rápido y de forma voluntaria.
Debí estar equivocado. El 27 de diciembre escribí, nuevamente, al Dr. Wigger, pues este no había encontrado a nadie. Secretamente, mi corazón anhelaba una respuesta; continué leyendo y en la segunda parte de su mensaje decía: “Voy yo mismo”
Quién escribe tal cosa ya debe haber labrado en su vida algo muy especial. Yo estaba muy contento de saber que un cirujano experimentado emplee su don de servicio con nosotros. Recuerdo muy bien una noche en nuestra sala de estar. Werner Wigger habló de su vida. Su historia fue tan emocionante que la deliciosa comida mi esposa entró en segundo plano. Mi conclusión después de esta memorable mesa redonda fue sin duda la siguiente: “¡Werner, tienes que escribir un libro!”. Estoy un poco orgulloso de que él haya seguido mi consejo.
Una semana antes de su regreso a Alemania, un autobús se volcó cerca hospital dejando 34 heridos, los cuales fueron ingresados a nuestra sala de emergencia. Con la presencia de Werner Wigger tuvimos al cirujano adecuado en el quirófano. Su experiencia fue más que necesaria aquella tarde. Dios había enviado en el momento adecuado a Werner a Perú. No había duda alguna de ello.
Este libro muestra de forma clara, que el Dr. Wigger es un hombre que está dispuesto a superar cualquier reto en el nombre de la fe. Estas historias de vida me animan a confiar en Dios también. Probablemente esta historia se repita en la mayoría de los lectores de este artículo. / Klaus-Dieter John
Extracto del capítulo “de pollo en el quirófano”
Werner y Ernst no viajarán solos a Uganda. Como ocurre en la mayoría de las vacaciones en Alemania, llevarán también a Hans, un estudiante de medicina que hace una pasantía en el hospital justo a Werner.
Para los extranjeros Uganda es un lugar peligroso. El sucesor de Idi Amin es un déspota que trata sin piedad al pueblo. Werner y sus compañeros se ponen en contacto con la Embajada de Alemania en Kampala e indican que irán al norte del distrito del Nilo para un programa médico; al oír esto el personal de la embajada que los atendía, golpea sus manos sobre su cabeza y dice “Esta es la zona más peligrosa”. Señor Wigger, ¡usted esta loco! Nos alegramos de saber que venían médicos Alemanes que tratarían a las personas, pero el lugar a donde usted quiere ir es ¡Impensable! Toda la ayuda extranjera se establece allí. Hay incluso comisiones de médicos de emergencia, pero por alguna extraña razón no tenemos conexiones con ellos.
Los tres médicos no se desaniman y se preparan para viajar en coche. Por la noche, sin embargo, la realidad se les cruza en el camino, ya que en las calles hay tiroteos. Por la mañana viene un camión a recoger los cuerpos inertes de miles de personas, los recogían como uno recoge las bolsas de basura.
La aerolínea Uganda Airlines que tenía, desde hace años, vuelos por esta zona conjuntamente con la MAF (Mission Aviation Fellowship) desde hace algún tiempo ya no vuela en esta área. El único camino que existe conduce a la estepa desierta y al monte bajo, que sirve de refugio a rebeldes y mercenarios. En ese lugar, lo único que prevalece es la arbitrariedad y la ley de la selva.
El día anterior se abastecieron de provisiones para el camino, ahora es turno de partir a Kampala. A última hora de la tarde llegan Pakwatch, área poblada. Afortunadamente, se les permite pasar el único puente a lo largo y ancho sobre el Nilo.
Después de un día arduo, llegaron finalmente al Hospital Kuluva, donde los tres empleados de los comités médicos de emergencia Alemana se encuentran. Ellos han puesto en marca este hospital y están muy contentos de ser finalmente reemplazados, tan sólo, para seguir adelante y reconstruir un hospital antes Católica en la zona de Maracha.
Los paramédicos someten a Werner a un curso acelerado de cómo operar un parto por cesárea, y estos, a cambio, le dan consejos sobre las enfermedades más comunes en la región, para luego dejarlos recorrer todo el hospital. Los antiguos médicos que trabajaban aquí como misioneros y personal han huido hace años, aún sus hogares están todavía disponibles, pero saqueados y sucios.
El cirujano y jefe Werner, Hans y Ernst se establecieron aquí. La pobreza y la desesperación de la gente eran inimaginables. Ellos no podían obtener dinero ni alimentos. …
… El quirófano es una choza de barro, que por supuesto no tiene aire acondicionado. Ni siquiera un ventilador funcionando en el techo. El calor es sofocante y las puertas están abiertas. Durante la cirugía, es posible que el médico tenga que perseguir a un par de curiosos pollos que se posan en sus piernas. Los médicos habían traído algunos medicamentos, pero carecían de material de vendaje e instrumentos quirúrgicos. A menudo no saben qué hacer. Luego está la oración a Dios que durante un proceso de curación promueve milagros, aunque no haya esperanza médica. Es en estos casos donde uno recuerda que si tiene las manos libres, éstas sirven para orar.
Título: Milagro incluye: Dr. Med Werner Wigger – Una vida llena de riesgos y efectos secundarios (Fountain Publishers). Aquí el contacto con el Dr. Wigger: wigger.gmmt@t-online.de
