Un caso claro de un médico otorrinolaringólogo, la Dra. Sarah Helmle
Ayer fueron tratados unos 30 pacientes en la sala de emergencias del hospital. Uno de estos casos muestra que en las montañas de Perú gira el mundo de manera diferente que en el mundo occidental. Hace dos semanas, la anciana mujer indígena quechua de repente oyó un sonido extraño. Este miedo la dejó, literalmente con la boca abierta. Ambas lados de la mandíbula fueron dislocados y por esto recibir buenos tratamientos eran muy caros.
Vivir durante 14 días con la boca abierta es una tortura. La paciente no podía comer bien y beber sólo con el mayor esfuerzo. La cavidad bucal se secó y la sinovial dislocada dolía.
Nuestra visita médica otorrinolaringóloga, la Dra. Sarah Helmle ayudó a la pobre indígena con mucho gusto. Bajo anestesia, se coloco la mandíbula en su lugar y el problema se solucionó. Sin duda, el viaje devuelta a su casa de esta mujer fue mucho mejor que al viaje de 5 horas a Diospi Suyana.
