La receta secreta de Markus Rolli
Markus está sentado en su escritorio, riéndose de la cámara. Sin embargo, el asunto no es nada gracioso, pues trata del regreso del suizo junto a esposa Julianna a Europa. Durante seis años, los dos han trabajado por separado en el hospital, él como técnico y ella como profesora de inicial en el colegio Diospi Suyana. Sus características fueron y son: integridad, diligencia, lealtad y fe profunda en Dios.
A la derecha está el holandés Oebele de Haan. Él fue el quien le dio la bienvenida a Markus en el año 2011. Que rápido pasa el tiempo.
En enero y febrero 2003, juntos viajamos por tres semanas a través de Perú y Bolivia. Tuvimos 36 reuniones con ministros, dignatarios, directores y misioneros durante el día. Nuestro objetivo: queríamos encontrar la mejor ubicación para el establecimiento de la misión del hospital Diospi Suyana.
En realidad, había decido tomar esta excursión solo. Pero a finales del 2002, la familia Rolli apareció en “el Hospital Vozandes del Oriente” en Ecuador. De repente él estaba allí y se remangó la camisa. Al oírme hablar de mis planes de viaje, se ofreció de inmediato ir conmigo. En algún lugar en un hotel barato de boliviana le dije cuidadosamente: “Marcos, es una alegría para mí tu gran ayuda. Y, de hecho, ¡es un milagro que vinieses conmigo por tu propia voluntad! ”
“Esto es así,” fue su larga respuesta. “Hace muchos años le he entregado mi vida a Dios, se la he confiado de manera total y sin reservas. Dado a esta decisión, me doy cuenta que siempre aparezco en el momento y lugar adecuado. ¡Dios guía mi vida! “. 14 años han pasado desde entonces, pero la conversación de tal vez dos minutos nunca la olvidé.
El hombre que puede arreglar cualquier cosa, sin duda será una gran bendición en su país de origen. Y Julianna, la mujer con la voz empática, de la misma manera.
Sin embargo, reflexiono en silencio: “¡Es una pena que su tiempo con nosotros haya terminado tan pronto!” / KDJ
