Ella se quedó un mes más como fue planeado. Esa es la noticia buena. Ayer despedimos a la enfermera Marit Weilbach. Esa es la noticia mala.
Siempre amable, servicial y positiva personificaba Marit Weilbach, la enfermera misionera perfecta.
Casi todos de los empleados del hospital celebraron juntos ayer, aunque fue una ocasión triste.
Con chistes, canciones y una pelicula miramos otra vez en los últimos 2 1/2 años.
En fin sólo queda la gracias a Marit por su trabajo, recuerdos y la esperanza que vaya a regresar un día.
Marit, que Dios te acompañe y te bendiga en cualquier camino.