De lejos a una gran meta

Estar siempre en camino de una ciudad a otra para contar de Diospi Suyana no siempre es divertido. Cansancio, atascos y estrés son una parte de las giras por Europa. Pero el esfuerzo siempre vale porque los encuentros humanos compensan todos los esfuerzos. 

Miércoles por la noche en Porta Westfalica (ciudad en Alemania): Dos colegas jóvenes están en frende de mí. Ellas trabajan como médica otorrinolaringóloga y respectivamente cirujana facial. Ellas dicen: "No tenemos palabras, tenemos que ver el hospital misionero!" 

El último sábado en Reutlingen: La asistente social Carolin Klett cuenta antes de un público grande por qué quisiera colaborar durante tres años en Diospi Suyana. Después de la conferencia todos los oyentes están convencidos que habrá más que suficiente trabajo en Curahuasi para Carolin.

El último domingo en Dusseldorf: Una joven enfermera me habla: "Vengo de los Alpes a esta conferencia", ella dice "¡Quiciera participar con mucho gusto en Diospi Suyana!" – En pensamientos calculo los kilómetros de su viaje. Fueron seguramente más de 700. Quién viene de tan lejos es un candidato ideal para el camino vasto y molesto a Perú./KDJ

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