Todos inclinaron sus cabezas y cerraron los ojos
Una vez al año, la Asociación Diospi Suyana se reúne. El presidente Olaf Böttger habla de la Asociación y su rubro, presenta el presupuesto y explica las normas legales. Los médicos misioneros, John, brindan informes de las diversas áreas de trabajo en Perú. Y todos se regocijan con café y pastel sobre el avance de todos los proyectos en los que se desempeña Diospi Suyana. Estas reuniones se vienen llevando a cabo desde el año 2002. Hay muchos clubes de Europa, que van desde los clubes deportivos a los agricultores de conejos, donde la agenda del programa parecen muy similares. Pero, en el caso de Diospi Suyana hay una peculiaridad al final de la sesión. Todos los miembros alrededor de la mesa, inclinan sus cabezas, cierran los ojos y permanecen en silencio. Es decir, no todos están en silencio, ya que, a su vez están brindando sus oraciones en forma ordenada.
Desde su creación, Diospi Suyana, se ha considerado como un movimiento de oración. Nunca confiamos solamente en nuestros propios recursos limitados, pero sí, con el poder de Dios. A pesar de la adversidad, los miedos y las dudas; nosotros confiamos en lo que él mismo dijo: “yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”
Ninguno de nosotros dedica sus logros a sí mismos o pretender alardear de sí mismo en la posteridad. En Diospi Suyana no se trata de aires o de realización personal. Sólo tenemos un objetivo principal: Queremos poner en práctica la voluntad de Dios en un mundo oscuro. Y haciendo esto, darle un poco más de brillo. El hospital, la escuela y nuestros Clubes de niños, han logrado resultados increíbles en la última década. Estos son hechos sobre los cuales aún incluso los medios de comunicación seculares, están sorprendidos. / KDJ
