El cirujano general Dr. Lukas Steffen se seca las lágrimas
Roxana (32) vive con su familia en el pueblo de Concacha. Esta mujer trabajadora cuida de sus tres hijos. Se gana la vida como cocinera en la escuela del pueblo. El salario no es alto, pero los cinco llegan a fin de mes con los ingresos de su marido, que trabaja como leñador.
En los últimos 12 meses, una sombra se cernió sobre la felicidad de la familia. Roxana sufría fuertes dolores en el abdomen superior derecho. Los cólicos aumentaban después de cada comida y se hicieron casi insoportables. Al final acabó en urgencias del Hospital Diospi Suyana. Los quechuahablantes son duros, pero los retortijones de estómago hicieron llorar a la mujer. Los exámenes revelaron un gran cálculo en el conducto biliar común. Un caso claro para nuestro cirujano general.
Durante la operación, el Dr. Lukas Steffen realizó una exploración endoscópica de las vías biliares. El cuerpo del delito fue extirpado y la vesícula biliar también, por supuesto. Se podría decir que el caso es absolutamente rutinario. Pero, ¿cuál es la realidad en la sierra peruana?
Ahora, en los hospitales públicos, el paciente habría tenido que hacer una larga cola. Las consecuencias habrían sido un dolor permanente y el riesgo de una inflamación potencialmente mortal de los conductos biliares. Y el tratamiento en una clínica privada es totalmente inasequible para la mayoría de las familias quechuas. El personal del Hospital Diospi Suyana no pregunta primero por la tarjeta de crédito, sino si el procedimiento es necesario. Entonces se toman medidas. El Hospital Diospi Suyana cubre dos tercios de su presupuesto con donaciones. Es una buena noticia para Roxana y, en realidad, para todos los quechuahablantes que llaman a nuestra puerta en busca de ayuda. /KDJ
