Carolina Dörr en Curahuasi
Cuando nació Carolina Dörr, en septiembre de 2003, los médicos misioneros John se trasladaron al pueblo de montaña de Curahuasi, en el sur de Perú, con tres niños pequeños. Pocos meses después, la Fundación Diospi Suyana, con sede en Ober-Ramstadt, fue reconocida por las autoridades. Desde su fundación, su presidenta no ha sido otra que la madre de Carolina, Annette Böttger.
Carolina dice: «Desde mi más tierna infancia siempre he oído hablar de Diospi Suyana. Cuando mi madre no trabajaba, se sentaba en su escritorio y hacía trabajo voluntario para Diospi Suyana. Es una gran sensación poder ver ahora lo que de alguna manera ha formado parte de mi mundo durante toda mi vida».
La estudiante de Gestión Internacional, que estudió un semestre en Medellín, está de viaje por el sur. Por la mañana, realizó la visita obligada a los edificios del hospital y del centro de medios de comunicación. Por la tarde asistió a una conferencia sobre Diospi Suyana. En agradable compañía de algunos médicos peruanos en formación, vio cómo de la nada ha surgido algo grande. «He oído y leído muchas de estas historias muchas veces», dice Carolina, «pero cada vez me atrapan de nuevo».
Son historias que nos inspiran. Y si se trata de un verdadero viaje de aventuras con Dios, entonces todo el mundo escucha: cristianos, agnósticos y ateos por igual. /KDJ
