Dos horas y diez minutos
Ayer fue un verdadero desafío encontrar una plaza de aparcamiento en la calle Friedrich Naumann. Esta extraña situación con el coche apuntaría a un evento especial. Y así lo fue. 500 participantes llenaron el gran salón de la iglesia de Cristo en Wiesbaden, cuyo estilo era una reminiscencia de una aeronave por Ryanair debido a su estrechez.
Los músicos, dirigidos por Carolina Jochum y el Dr. Jens Haßfeld aseguraron la música del evento para poder empezar. Markus Köhler, Director Gerente de la Misión de Ayuda Alemana, sorprendido con su discurso a una velocidad increíble. 95 misioneros han sido enviados a través de esta misión en los últimos años a Perú para que trabajen en Diospi Suyana.
Sobre la base de 50 imágenes, los médicos misioneros John describieron cómo Diospi Suyana ha influido notablemente en la vida de los pacientes y del personal de una manera positiva. El cambio es posible.
Con muchos aplausos fueron recibidos los invitados que vinieron desde Perú. La trabajadora del área de administración, Nohemi Huamani y el Pastor Marco Acuña informaron sobre sus actividades. Marco habló sobre su pasado como un adicto a las drogas en las calles de la ciudad de Abancay. Al leer una Biblia, él quedó libre de su adicción a las drogas hace ocho años. Ahora viaja a través del sur del país y visita ex pacientes del hospital Diospi Suyana.
Los 30 minutos, que incluyeron el discurso de apertura fue tan emocionante que probablemente ningún fiel pudo caer en sueño. El Pastor Ulrich Parzany predicó acerca de la curación del paralítico y sobre sus cuatro amigos que lo habían traído a Jesús. Jesús perdonó sus pecados y sanó a los enfermos frente a los ojos atónitos de su audiencia.
Seis misioneros se acercaron al estrado para recibir una bendición especial de Dios. Ellos se mudarán en los próximos meses a Perú. Antes de la colecta, el Dr. John recomendó a los participantes escuchar la voz de sus corazones. Nadie debe dar “demasiado”. Los fondos para el beneficio de Diospi Suyana fueron cerca de 5.000 euros, la colecta más alta en la Iglesia de Cristo.
“¡Espérennos en la siguiente fiesta misionera, de aquí a diez años!” Era el deseo de muchos huéspedes. “¡Los informes reforzaron totalmente nuestra fe en Dios!”
